miércoles, 18 de diciembre de 2013

Capítulo 33. 2/3

-A ver, chicos...dejad de gritar-dije yo inútilmente mientras ellos seguían chillándose cosas (principalmente Louis y Niall, ya que los otros solo se descojonaban en el suelo o donde pillasen, de risa).
-¡QUE DEJÉIS DE GRITAR, OSTIA PUTA!-gritó Hannah el doble de fuerte, creando, por fin, el silencio que yo tanto había reclamado.-Ahora, ¿podéis decirme qué ha pasado?-los dos hicieron el ademán de abrir las bocas a la vez pero Hannah volvió a cortarlos-¡DE UNO EN UNO! A ver, Niall, habla.
-Estábamos en el coche, volviendo de la entrevista, cuando dije que podíamos parar en un restaurante de pasta muy bueno que hay por aquí cerca, y traer algo de comer. Todos estábamos de acuerdo, hasta que empezamos a decidir qué queríamos pedir. Yo quería espaguetis. Y Louis quería macarrones. Yo le dije que no. Louis dijo que sí. Yo le dije que todos íbamos a pedir lo mismo. Él dijo que él pediría lo que él quisiera. Y yo dije que no. Luego él insultó a los espaguetis. Y yo, no iba a ser menos. Insulté a los macarrones. Y luego Zayn comenzó a reírse de nosotros. Y Liam intentaba poner orden. Y Harry, bueno, Harry parecía un fantasma porque estaba presente pero no estaba. Y Louis y yo luego nos aliamos contra Zayn que se reía de nosotros, hasta que Zayn nos volvió a enfrentar porque me recordó que Louis había llamado a los espaguetis:''palos sin sentido que se pegan unos a otros y que cuesta comértelos porque no puedes enrrollarlos en el tenedor'' y básicamente, eso.-el silencio inundó la sala. Yo parpadeé unas tres o cuatro veces, asimilando la situación. ¿Enserio habían discutido por...por espaguetis y macarrones? Hannah se encogió de hombros y abrazó a su novio, acariciándole la cabeza, mientras le susurraba un:''ya pasó, ya pasó'' Niall se cruzó de brazos y les fulminó con la mirada. Zayn estaba tirado en el suelo riéndose y Liam estaba negando con la cabeza mirándonos a todos. Miré a Harry. Harry me miró. Me encogí de hombros. Harry rodó los ojos. Reprimí una carcajada. Niall me asesinó con la mirada. Se la devolví. Y, básicamente, la situación era esa, hasta que tocaron al timbre. Todos fruncimos los ceños.
-Son los MACARRONES, vé a abrir, Alex-dijo Louis haciendo énfasis en su palabra. Niall enseguida saltó a la defensiva.
-Serán los ESPAGUETIS, porque son más rápidos de hacer y están más buenos-y Louis no se iba a quedar callado, así que contraatacó. Puse los ojos en blanco y me dirigí a la puerta, una Dana sonriente apareció tras la puerta al abrirla. La abracé y me fijé en que traía comida.
-¿Qué traes?
-He parado en una pizzeria y he traído...
-¡PUES A TI TE GUSTAN MÁS LOS ESPAGUETIS PORQUE TE PARECES A ELLOS!¡CON EL PELO AMARILLO, ERES BLANCO Y ESTÁS HECHO UN PALO!-se oyó gritar a Louis desde el salón. Dana me miró, frunciendo el ceño. Negué con la cabeza a la vez que resoplaba.
-¿Acaba de comparar a Niall con...?
-Sí-rodé los ojos.-llevan así desde que llegaron. Se han peleado por la comida.
-Mejor no sigo preguntado. No quiero saber más, ¿vamos? tengo hambre.
-Vamos, que yo también-me siguió hacia la cocina pasando por el salón, donde los chicos al vernos, callaron repentinamente. No pude evitar soltar una risita incaptable.
-¿Llevas tú los vasos y las bebidas? Sé que ellos no van a mover el culo hacia aquí.
-Qué bien lo sabes-Dana cogió lo dicho y fue al salón a la vez que yo empezaba a escuchar a los chicos ya hablar, gritar, cantar e incluso aparentar que lloraban. En ocasiones, me provocaban un dolor de cabeza que ni los gritos de las fans lo hacían. Unas manos se posaron en mi cadera, haciendo que casi pegara un bote en el sitio por el pequeño susto. Me giré un poco para observar las facciones relajadas de mi novio, quién sonreía pícaramente.
-¿Vienes a ayudar?-pregunté ignorando por completo su característica sonrisa y su cercanía.
-Mmm, ¿es una pregunta con trampa?
-Es posible.
-Tengo una sorpresa para ti, pero vamos a tener que dejar a esta panda de locos aquí.
-Ah no, ni soñarlo. Hannah y yo hemos trabajado mucho para conseguir esta casa por nuestra cuenta. ¿Sabes lo que pasaría si salgo de aquí? 
-Hann estaría.
-A Hann se la comen. Y a Dana también.
-Por favor.
-Harry...
-Por favor-besó mi cuello y yo tuve que soltar los platos que tenía en las manos antes de que cayeran al suelo.
-Está bien...comemos con ellos y vamos a donde quieres.
-Te va a encantar-le sonreí girándome por completo, para unir mis labios con los suyos, un beso que había anhelado desde ayer. Subí mis brazos a su cuello para profundizarlo más, y él acarició mi espalda por debajo de mi camiseta, sintiendo sus grandes manos recorrer mi espalda desnuda. Nos separamos para coger aire, justo antes de que Niall y Dana entraran besándose en la cocina. Besándose. Niall y Dana. Be sán do se. Miré a Harry con los ojos como platos, para comprobar que él estaba igual que yo.
-¡Qué te la comes!-gritó Harry haciendo que hasta yo pegara un bote en el sitio. Niall y Dana pararon asustados y se giraron con las caras rojas completamente. Empecé a reír fuertemente.
-Ahora eres un espagueti con salsa de tomate-dije antes de volver a reírme como una poseída, risa a la que se unió Harry, y Louis, que no sé cómo oyó el comentario y vino a reírse con nosotros. 
-Sois de lo peor, no hay quién esté tranquilo en esta casa-Niall salió de la cocina refunfuñando y Dana reprimiendo una risa salió tras él.
-¿Qué me he perdido?
-A Niall comiéndole la boca a Dana.
-Puto rubio, ya no dice nada-el chico salió de la cocina ofendido y Harry y yo nos miramos antes de volverlo a escuchar.-¡EH, ESPAGUETI, VEN AQUÍ AHORA MISMO!
-¿Sabes? Ya no tengo ganas de comer. ¿Vamos a donde querías ir?-Harry sonrió de oreja a oreja antes de tirar de mi mano para salir de la cocina.
-Nos vamos, no sé cuándo volveremos.
-¿A dónde vais?-preguntó Liam arqueando las cejas con una expresión la cual no supe descifrar.
-A un sitio. Luego volvemos. Adiós-se despidió Harry antes de que Zayn le guiñara un ojo y éste rodara los ojos.
-Adiós chicos-me despedí de nuestros amigos y seguí a Harry hacia la puerta. Salimos de la casa hasta su flamante coche, donde olía a ambientador de limón.
-No es gran cosa, pero creo que es un bonito lugar para recordar viejos tiempos-me sonrió cuando terminó de decirlo. Le devolví la sonrisa y me dispuse a mirar por la ventana, pensando en lo mucho que este chico había tocado mi corazón, y lo difícil que sería hacer una vida sin él a mi lado ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario