miércoles, 18 de diciembre de 2013

Capítulo 34. 3/3~FINAL.

Estacionó el coche en frente de la antigua casa en la que vivíamos. Extrañada, le miré con el ceño fruncido, en busca de repuesta alguna, en cambio, él solo sonrió levemente antes de salir del coche y rodearlo para abrir mi puerta. Bajé de su flamante coche y le seguí hacia la puerta principal.
-¿Por qué no la has puesto en venta? Nadie vive aquí ya.
-No quería todavía-dijo pensativo, dudando si continuar con la frase incompleta o dejarlo estar. Decidió dejarlo, así que yo tampoco mostré más interés en el estúpido tema, y entré en mi vieja casa, observando cada cosa que hacía meses que no veía. Todo tal y como lo dejé.
-Increíble, ¿verdad? Te vas de aquí siendo una chica normal, y vuelves convertida en una completa estrella.
-Tampoco te pases-di un suave golpe en su hombro, el cual él respondió con una risa socarrona, rodé los ojos y me adentré más en la casa, mirando cada más mínimo detalle. Subí las escaleras con Harry detrás de mí, dispuesta a entrar en mi antigua habitación, la cual, a decir verdad, había añorado. A penas me dio tiempo a parpadear cuando me encontraba contra la pared y Harry pegado a mí, frente con frente.
-¿Recuerdas esto?-mi cabeza divagó meses atrás. La misma escena se repetía; yo enfadada subiendo las escaleras, él detrás, me empujó contra la pared y me besó por primera vez. Claro que lo recordaba, tal y como si fuera ayer.-Aquí fue nuestro primer beso.
-Cómo olvidarlo-respondí antes de verme sumergida en sus labios de nuevo, esa sensación que cada minuto anhelaba y tanto quería sentir una y otra vez. Nuestras lenguas jugaban a la vez que nuestras manos alternaban caricias mutuas, sintiéndonos, sintiendo nuestro amor.-Te quiero, Alex.
-Te quiero Harry-respondí antes de besarle yo esta vez, queriendo más de él, deseo que él no dudó en cumplir.
(...)
-Hann, ¿seguro que estás lista para hacerlo?-pregunté por segunda vez a mi amiga, quién tan solo sujetaba el artilugio con las manos temblorosas y los ojos bañados en lágrimas, frente a la puerta del baño.
-Sí Alex, es vital, tengo que saberlo en algún momento-la abracé mostrando todo mi apoyo, y tras una mirada cargada de miedo, entró en el baño, dispuesta a hacerse el horrible y espantoso test de embarazo. Hannah llevaba días notándose rara, con mareos, vomitaba, al principio pensábamos que solo tenía un típico virus del estómago; pero la cosa se complicó realmente cuando la menstruación nunca le llegaba, entonces, ahí las cosas empeoraron por momentos. Tan solo habían pasado dos semanas desde la última vez que vimos a los chicos, estaban de promociones y cosas así por todo el mundo, y si estaban en Londres, era solo unos pocos días para entrevistas, nueva gira, pruebas de sonido, de vestuario, de todo. Y nosotras estábamos trabajando en nuestro primer álbum, ya contábamos con el apoyo de miles de fans, a quiénes habíamos apodado beautifulers, para que recordaran lo preciosas que eran, tanto por dentro como por fuera.
Hannah salió del baño, con el test en la mano y pálida, con los ojos aún bañados en lágrimas, me tendió la barrita que decidiría su futuro, y yo esperé unos minutos a que el resultado saliera. A los cuatro minutos de silencio, un símbolo apareció en la pequeña pantallita. Miré a Hannah, ella me devolvió la mirada.
-Hann...-cogí su mano, para que sintiera mi completo apoyo, y por si se desmayaba, poder sujetarla antes de que cayera al suelo.-Vas a ser mamá.
-N-no...-rompió a llorar en cuestión de segundos. Lo único que hice fue abrazarla mientras le acariciaba el cabello, intentando consolarla, la verdad, no sabía que decirle, estaba asustada como ella, ¿y si yo era la próxima? 
-Hannah vamos, todo va a salir bien, vas a ser una madre excelente, y tu hija o hijo va a tener una tía genial y unos tíos increíbles, va a tener suerte el bebé-conseguí sacarle una pequeña sonrisa después de mis palabras, aunque al principio mi voz sonara temblorosa, fue cogiendo confianza a medida que hablaba.
-Pero...¿y si Louis me deja? ¿Y si...?-su llanto volvió y yo negué con la cabeza repetidas veces; Louis no era así.
-No lo va a hacer, tienes que decírselo.
-Prefiero decírselo cuando vuelvan.
-Hannah, antes de que se entere por la pren...-mi voz se vio interrumpida por el insistente sonido del incordioso timbre, el cual dejó de sonar cuando abrí la puerta de la casa, para nada esperándome lo que había detrás de ella.
-¿Q-Qué hacéis aquí?
-También me alegro de verte, babe-dijo Harry antes de que me tirara encima suyo, abrazándole por el cuello mientras sonreía de oreja a oreja. Deshice el abrazo para achuchar a los demás chicos, la verdad es que estar deambulando por todo el mundo, les sentaba de maravilla.
-¿Podemos pasar? ¡Hace un frío horrible!-se quejó Niall el cual iba de la mano de Dana. Ah, sí, Dana y Niall empezaron una relación la semana pasada, ella fue con ellos porque trabajaba ayudando a su tía en maquillaje y demás, era realmente buena como Lou.
-¿Hannah está aquí?-preguntó Louis al no verla en el salón. Fruncí el ceño y escudriñé toda la sala. Ni rastro de ella.
-Estoy aquí-terminó de bajar las escaleras y abrazó a su novio y a nuestros amigos.-Lou, tengo que decirte algo, es...importante,ven-tiró del castaño hacia las escaleras de nuevo, subiéndolas con él detrás. Todos, absolutamente todos, posaron sus ojos en mí, curiosos y ansiosos de una explicación.
-No me miréis así-me quejé, temiendo por lo que pasaría cuando Hann hablara.-hasta que ella no hable con Louis, no va a decir nada.
-¿Qué es?-preguntó Liam.
-No seas cotilla Liam, ya la has oído-respondió mi novio en mi defensa.
-No seas pelota Styles, quieres saberlo como todos-contraatacó Zayn metiéndose con Harry.
-Cállate.
-Callaros todos-rechisté antes de que siguieran con su inútil discusión.
-¡Por una vez que no estoy metido en la pelea!-casi gritó, ofendido, Niall. Rodé los ojos y me senté en el sofá. A los pocos minutos, Louis y Hannah bajaban, esta última con la cara bañada en lágrimas y Louis casi en shock.
-Estáis horribles-musitó Niall.-¿Qué coño pasa?
-Esa boca-se quejó Liam otra vez.
-Queréis callaros ya ostia-Zayn frustrado se sentó a mi lado, gruñendo y quejándose.
-¡Esa boca!
-¡Cállate!-gritamos todos a Liam quién nos fulminó con la mirada antes de ocupar un asiento en el sofá.
-Gracias-Louis miró a Hannah para que hablara.
-Chicos-cogió aire y se le quebró la voz, estaba asustada.-Yo...Louis y yo...e-estoy embarazada.
Observé uno a uno la cara de nuestros amigos; Liam, con los ojos abiertos como platos y la boca abierta de sorpresa; Zayn, los miraba sin pestañear; Dana, sujetaba la mano de Niall mientras su otra mano se encontraba en su boca, expresión de sorpresa; Niall, tenía la boca abierta; Harry, estaba serio, mirándolos a ambos, casi sin pestañear.
-Estarás de broma-articuló Harry por todos.
-No-contestó Louis por su novia.-Hannah está embarazada, vamos a ser padres, y aunque somos jóvenes para ello, no la voy a dejar sola. Me da igual lo que opinéis, pero como mis amigos deberíais apoyarnos, esto no va a ser fácil sin vo-
-¿¡Estás loco?! ¡Claro que vamos a apoyaros, idiota!-gritó Zayn mientras los abrazaba. 
-¡Abrazo grupal!-proclamó ahora Harry a la vez que todos nos veíamos sumidos en un abrazo, como una piña.
-Felicidades chicos-dijo Dana abrazando a Louis primero y luego a Hannah.-Dios, voy a ser tía. ¡Voy a ser tía!
-Esto es genial, ¿sabéis que es una gran responsabilidad? Chicos, tenéis que ser muy responsables. El tío Liam estará en todo momento para el bebé-Liam sonrió orgulloso y los apretujó en un abrazo, luego siguieron todo tipo de comentarios de apoyo y felicitación, y no podían faltar los típicos comentarios ingeniosos de los chicos. Harry me miró, sonriendo, y me apartó un poco del grupo.
-Podríamos ser los siguientes-mi cara se tintó de un color rojizo a la vez que él reía levemente.
-¿Es una pregunta o una afirmación?-el chico se encogió de hombros, dejándome con la duda, y acto seguido, sus labios estaban sobre los míos. Conduje mi mano hacia su mejilla, y él las suyas a mi cadera, atrayéndome más a su cuerpo.
-¿Me dejarías?-mi pregunta pareció dolerle, cerró los ojos y negó con la cabeza.
-¿Cómo te dejaría con esa responsabilidad? Ni con ella, ni sin ella. Nunca-una sonrisa se formó en mi cara, sin yo quererlo.
-Te quiero Harry, más que a nada.
-Y yo a ti pequeña, no entiendo cómo dudas tanto de mí.
-No dudo de ti, confío en ti...no confío en otras.
-Eres una pequeña celosa-tocó mi nariz con su dedo y sonrió. Rodé los ojos ante su evidente mentira.
-Ya has fastidiado el momento emotivo para variar, Styles.
-¿Por qué me llamas siempre Styles cada vez que te cabreas, Evans?
-Porque tu apellido me gusta-Harry sonrió burlón y abrió la boca para contestar.-¡No! No digas esa cursilería y mariconada que ibas a decir.
-¡Si ni siquiera sabes lo que iba a contestar!
-¿Enserio, Harry?-elevé una ceja, mirándole con desdén. Harry no pudo evitar reír, sí que sabía que yo lo conocía, y no mal.
-Eres idiota.
-¡No más que tú!-contesté, riéndome, antes de abrazarle.
-Lo eres, quizás no más que yo, pero admite que lo eres.
-Te acabas de llamar idiota a ti mismo.
-Soy consciente de ello.
-Eres idiota, definitivamente.
-Me quieres así.
-O no-me pegó una palmada en el trasero y comenzó a reírse.-¡Pervertido!
-Oh, vamos, soy tu novio-y así siguió la tonta conversación, yo abrazada a él, con la cabeza sobre su pecho, y él rodeándome los hombros con sus fuertes brazos, en medio del salón, mientras nuestros amigos hablaban y hablaban y reían o chillaban, todo por fin iba bien, por fin yo era feliz, con las personas más importantes de mi vida, todos reunidos y más unidos que nunca.
-¿Sabes qué?
-¿Qué?
-Esto es solo el principio de nuestra historia, te lo prometo-no pude evitar sonreír. Y tanto que lo era, era el principio sin final, de nuestra historia. Y ya no había marcha atrás. Los días podían pasar, los meses e incluso los años, pero sentía en mi interior que el amor que sentía por ese idiota llamado Harry Styles jamás marchitaría, y en caso de que lo hiciera, daba fe a que él volvería a enamorarme, cada día más que el anterior, porque el amor siempre recuerda, por más escondido que se halle, y se piense que se halla perdido, para siempre, vuelve a salir, porque el amor es imparable.

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